TEGUCIGALPA, HONDURAS
La IX Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC) concluyó en Tegucigalpa con la imposición de su declaración final por parte de la presidenta hondureña, Xiomara Castro. A pesar de la falta de unanimidad, la «Declaración de Tegucigalpa» fue adoptada con el respaldo de 30 de los 33 países miembros del organismo regional.
La presidenta Castro, quien traspasó la presidencia pro tempore de la CELAC a su homólogo colombiano, Gustavo Petro, oficializó la declaración al cierre de la cumbre. El canciller de Honduras, Eduardo Enrique Reina, informó a la prensa que se logró «el consenso suficiente de los 30 estados» para la adopción del documento, señalando a Argentina, Paraguay y Nicaragua como los tres países que se distanciaron de la resolución.
Tanto Paraguay como Argentina, presentes en la cumbre, manifestaron públicamente su desacuerdo con la declaración. Nicaragua se sumó a esta postura. El canciller Reina indicó que cada uno de estos países expondrá sus motivaciones al finalizar la Presidencia Pro Tempore de Honduras.
La Declaración de Tegucigalpa reafirma la «plena vigencia de la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz,» fundamentándose en los principios de la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional. Asimismo, subraya la importancia de la cooperación internacional, la democracia, el Estado de Derecho, el multilateralismo, la protección de los derechos humanos, el respeto a la autodeterminación, la no injerencia, la soberanía y la integridad territorial.
Un punto central de la declaración es el firme rechazo de la CELAC a «la imposición de medidas coercitivas unilaterales, contrarias al Derecho Internacional, incluidas las restrictivas al comercio internacional.» Este pronunciamiento se alinea con la postura de varios países de la región frente a sanciones y bloqueos.
Además, los 30 países que respaldaron la declaración acordaron refrendar su compromiso con el fortalecimiento de la CELAC como mecanismo de concertación política regional. También abogaron por que un representante latinoamericano o caribeño ocupe la secretaría general de la Organización de las Naciones Unidas, recordando la escasa representación de la región en este cargo.
Otro tema relevante abordado en la declaración fue el respaldo a la estabilidad de Haití.
En el marco de la clausura de la cumbre, la presidenta Castro entregó la presidencia pro tempore de la CELAC a Gustavo Petro. La mandataria hondureña expresó su confianza en que Petro continuará el esfuerzo por mantener la unidad regional, destacando que «en medio de la diversidad» siempre se encuentran «puntos de coincidencia» para avanzar. Castro calificó el año de su gestión como «difícil» pero resaltó la presencia de representantes de los 33 miembros de la CELAC como una muestra de la unidad latinoamericana, afirmando que están «más fuertes que nunca.»
Por su parte, el presidente colombiano, Gustavo Petro, al tomar el relevo de la presidencia pro tempore para el periodo 2025-2026, reconoció que «lo que sigue serán meses de tormenta,» pero añadió que «las tormentas siempre son buenas» porque aceleran el progreso. En su discurso inaugural, Petro ya había llamado a la unidad y la cooperación, instando a evitar la «trampa» de resolver los problemas de manera aislada y abogando por la «ayuda y la colaboración mutua.» Su discurso estuvo marcado por referencias a la obra de Gabriel García Márquez, subrayando la importancia de elegir la «ayuda común» sobre la «soledad.»
La imposición de la declaración sin el respaldo unánime de todos los miembros de la CELAC pone de manifiesto las tensiones y diferencias ideológicas presentes en la región, a pesar del discurso de unidad promovido durante la cumbre. La gestión de Gustavo Petro al frente del organismo regional será clave para navegar estas diferencias y buscar consensos en los desafíos que enfrenta América Latina y el Caribe.
TEGUCIGALPA, HONDURAS La IX Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC) concluyó en Tegucigalpa con la imposición de su declaración final por parte de la presidenta hondureña, Xiomara Castro. A pesar de la falta de unanimidad, la «Declaración de Tegucigalpa» fue adoptada con el respaldo de 30 de los 33 países
TEGUCIGALPA, HONDURAS
La IX Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC) concluyó en Tegucigalpa con la imposición de su declaración final por parte de la presidenta hondureña, Xiomara Castro. A pesar de la falta de unanimidad, la «Declaración de Tegucigalpa» fue adoptada con el respaldo de 30 de los 33 países miembros del organismo regional.
La presidenta Castro, quien traspasó la presidencia pro tempore de la CELAC a su homólogo colombiano, Gustavo Petro, oficializó la declaración al cierre de la cumbre. El canciller de Honduras, Eduardo Enrique Reina, informó a la prensa que se logró «el consenso suficiente de los 30 estados» para la adopción del documento, señalando a Argentina, Paraguay y Nicaragua como los tres países que se distanciaron de la resolución.
Tanto Paraguay como Argentina, presentes en la cumbre, manifestaron públicamente su desacuerdo con la declaración. Nicaragua se sumó a esta postura. El canciller Reina indicó que cada uno de estos países expondrá sus motivaciones al finalizar la Presidencia Pro Tempore de Honduras.
La Declaración de Tegucigalpa reafirma la «plena vigencia de la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz,» fundamentándose en los principios de la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional. Asimismo, subraya la importancia de la cooperación internacional, la democracia, el Estado de Derecho, el multilateralismo, la protección de los derechos humanos, el respeto a la autodeterminación, la no injerencia, la soberanía y la integridad territorial.
Un punto central de la declaración es el firme rechazo de la CELAC a «la imposición de medidas coercitivas unilaterales, contrarias al Derecho Internacional, incluidas las restrictivas al comercio internacional.» Este pronunciamiento se alinea con la postura de varios países de la región frente a sanciones y bloqueos.
Además, los 30 países que respaldaron la declaración acordaron refrendar su compromiso con el fortalecimiento de la CELAC como mecanismo de concertación política regional. También abogaron por que un representante latinoamericano o caribeño ocupe la secretaría general de la Organización de las Naciones Unidas, recordando la escasa representación de la región en este cargo.
Otro tema relevante abordado en la declaración fue el respaldo a la estabilidad de Haití.
En el marco de la clausura de la cumbre, la presidenta Castro entregó la presidencia pro tempore de la CELAC a Gustavo Petro. La mandataria hondureña expresó su confianza en que Petro continuará el esfuerzo por mantener la unidad regional, destacando que «en medio de la diversidad» siempre se encuentran «puntos de coincidencia» para avanzar. Castro calificó el año de su gestión como «difícil» pero resaltó la presencia de representantes de los 33 miembros de la CELAC como una muestra de la unidad latinoamericana, afirmando que están «más fuertes que nunca.»
Por su parte, el presidente colombiano, Gustavo Petro, al tomar el relevo de la presidencia pro tempore para el periodo 2025-2026, reconoció que «lo que sigue serán meses de tormenta,» pero añadió que «las tormentas siempre son buenas» porque aceleran el progreso. En su discurso inaugural, Petro ya había llamado a la unidad y la cooperación, instando a evitar la «trampa» de resolver los problemas de manera aislada y abogando por la «ayuda y la colaboración mutua.» Su discurso estuvo marcado por referencias a la obra de Gabriel García Márquez, subrayando la importancia de elegir la «ayuda común» sobre la «soledad.»
La imposición de la declaración sin el respaldo unánime de todos los miembros de la CELAC pone de manifiesto las tensiones y diferencias ideológicas presentes en la región, a pesar del discurso de unidad promovido durante la cumbre. La gestión de Gustavo Petro al frente del organismo regional será clave para navegar estas diferencias y buscar consensos en los desafíos que enfrenta América Latina y el Caribe.
Nacionales – STN HONDURAS